martes, 23 de junio de 2009

Angustias de mail y otras delicias de la realidad virtual

En el transcurso de un mismo fin de semana, a Totó y a mí se nos apareció el pasado en forma de letritas cibernéticas.

Me permito una pequeña licencia al alterar el orden de las cosas -vamos Jules, que esa es tu especialidad-, y comenzaré por lo que, en rigor cronológico, vino después…

Desde que se popularizaron las redes sociales en internet, las celosas del mundo estamos exultantes. Conocedora de mis impulsos asesinos, rechacé la solicitud de amistad que mi querido Totó me hizo llegar a través de una de estas redes. Es que tener acceso a su lista de amiguitas, a los nombres y fotos sensuales de las perras que seguramente me lo quieren quitar, era demasiado. Prefiero ser feliz en mi ignorancia, Totó, y no conocer santo y seña de tus franeleadas por la net.

Dicho y hecho, fui extremadamente feliz en mi ignorancia, hasta que…

Con Totó compartíamos un momento de grata armonía dominguera, hablando de bebés –porque cuando nos ponemos románticos pensamos en hacer alguno- tuvo la excelente idea de mostrarme fotos de un sobrino recién nacido que vive en el extranjero. Desde luego que sólo podía acceder a aquellas fotos a través de su facebook. Así fue como, en el acto más inocente del mundo, viendo fotos de un bebé, pispeo el siguiente mensajito, incrédula: En qué andás lindo que no me das bola? Estás con muchas amantes?

Firmaba su ex novia. (Con su nombre, desde luego, nombre que yo me sabía de me-mo-ria)

Jules, concentráte, recordá tu única clase de tai-chi-chuan, que tomaste hace diez o doce años…dejá que la emoción fluya por tu cuerpo, no la estanques, pensá en un arroyo de agua que corre, sos ese arroyo, etc., etc., etc.

Y así, cual arroyo en época de deshielo, me desbordé. Lo eché de mi casa, pero estábamos en la suya…entonces me empecé a vestir, para irme, mientras el tomaba de rehenes a mis zapatos para que no me fuera.

Mis verdades son bastante amargas cuando me posee el espíritu italiano, los que me conocen lo saben. Pero Totó tiene la rara habilidad de calmarme, quizás porque me hace reír. Cuando veo cómo recibe mis ataques furibundo con cara de malabarista chino al que se le está por escapar una pelota, suelto una carcajada, y después el llanto, y entonces me olvido de cuál era el asunto que nos competía.

Calculo que por eso aflojé, por eso y porque en el forcejeo de la bota, se me apareció la imagen del mail que me llegó esa misma mañana.

Lo que en jerga vulgar solemos llamar cola de paja… había recibido un mail de Carlos Bovary.

En palabras escuetas, sin ninguna alusión al motivo por que cual rompía el silencio luego de haber sido el principal interesado en imponerlo, me preguntaba qué había sido de mi vida, instándome a que le responda.

Entendí que el mail de C. Bovary venía a arruinarlo todo, era como el llamado de la selva, al que iba a acudir, como lo había hecho siempre. Destruyendo mi presente por un apego ridículo al pasado.

Supuse que se había separado de su noviecita por la que me había ignorado hace un año, que estaba nostálgico, solo, y ansioso por retomar contacto con la única mujer a la que verdaderamente había amado.

Obtuvo mi pronta respuesta, que consistía en una enumeración banal de mis quehaceres cotidianos, porque me parecía extremo escribirle: te cuento que estoy enamorada de un hombre de verdad, y que vos vivirás eternamente en mi mundo ficcional, atrapado en la mentira que construí durante todos estos años para no involucrarme con nadie, carlos- único amor, carlos- ideal inalcanzable; por lo que te pido encarecidamente que no atravieses esa dimensión con tus mails e intentos de contactarte, si te dejó tu novia no es mi culpa, curtíte

Una respuesta de ese tenor, habría sido un tanto excesiva.

Entonces me acomodé el traje de ex novia amigable, y le escribí sobre mis progresos académicos y mi obra de teatro, con el inconfesable deseo de que piense: está mejor sin mí.

Porque, vade retro Carlos, ¿qué es este ataque de amistad que les agarra a todos los ex novios/as del mundo? No concibo ser amiga de alguien que amé, lo siento.

Como tampoco concibo que alguien que amo tenga de amiga en su facebook a alguien que amó. Y no se me traba la lengua al decirlo.

Disculpen mi ser retrógrado, todo este drama del pasado que vuelve me puso los pelos de punta.
Es como un film de terror clase b: Carlos regresa de la muerte, sediento, para beberse mi sangre.

Y yo espero despertarme pronto de esta pesadilla.

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